"Desvelar un truco de magia es como contar el final de una película"

Lleva toda la vida dedicado a la magia y ha recorrido medio mundo, desde Chicago hasta Tokio. Sin embargo, a Juan Tamariz todavía le quedan trucos con los que sorprender al público, por ello estará hasta mañana en el Palacio Euskalduna mezclando ilusionismo y humor.

Nació el 18 de octubre de 1942 en Écija, y desde que tenía cinco años no ha dejado de hacer magia. Por ello, Juan Tamariz posee numerosos galardones, como el Gran Premio en el Congreso Nacional de Magia de San Sebastián, y ha publicado libros y artículos en revistas, siendo un especialista en cartomagia y en magia de cerca.

¿Usted también es de los que se sube las mangas?

Claro, si no la gente cree que está todo en la manga, y no es así. En la manga sólo están los brazos.

Ha actuado en numerosas ciudades como Chicago o Tokio. ¿Le queda alguna por la que tenga especial interés?

Me quedan muchas, por ejemplo el centro de África. Me encantaría ir a Nigeria.

¿En todas las ciudades sorprenden los mismos trucos?

Sí, es verdad. Es igual en todas partes. He descubierto una cosa nueva, y es que los humanos somos todos iguales, en todos los sitios es lo mismo.

Comenzó en esto de la magia con cinco años.

Sí, empecé por afición y, una vez pasados los años, decidí dedicarme a la magia por completo. Creo que es una de las decisiones que más satisfacciones me ha dado.

¿A quién le hizo su primer número?

Creo que fue a mi hermano mayor. Íbamos por la calle y de repente le dije "¡Mira! He aprendido esto".

Estudió en la escuela de cine pero no terminó. ¿Se ha planteado retomarlo?

No. Me quedaban tan sólo diez días para terminar y cerraron la escuela por motivos políticos. Entonces echaron a unos y otros, y me dediqué a esto. Primero probé con el cine, con documentales y cortos, pero me apasionaba más la magia, aunque en el fondo son lo mismo, porque el cine es un hijo natural de la magia. Lo idearon los magos, es una ilusión, un truco.

Ganó el premio de cartomagia en el año 73. ¿Qué supuso para usted?

No creo en los premios de arte. Yo me presentaba para mostrar lo que hacía a otros, para que me conocieran, me vieran y poder transmitir mis conocimientos. En arte es muy difícil decir qué es mejor que algo. Puedes ver que una cosa te gusta o te emociona más que otra. Dentro de eso no supuso nada más.

¿Hay que eliminar la tendencia de los espectadores de analizar los trucos?

Más que eliminarlo hay que suspenderlo temporalmente. Cuando tú vas al cine no vas analizando si la protagonista ha muerto o si era o no huérfana porque, si lo haces, no ves la película. Con la magia es lo mismo. Hay que plantearse disfrutarla, es como ver un arco iris, luego ya te enterarás porqué no puedes tocarlo.

Dicen que inventó una baraja propia.

Eso dicen en internet. Yo he inventado muchos juegos y alguien puso ahí que he creado una baraja. No lo he hecho, sólo descubrí una que ya se utiliza desde hace mucho, pero eso no importa, sino tener pasión y que te guste lo que haces.

¿Hay algún truco que se le resista?

Muchos. Yo no les llamo trucos, les denomino juegos. Hay algunos que son muy fáciles en el sentido en que al de quince o veinte días los puedes realizar. Existen otros con los que tardas un año o dos, que es lo normal. Pero hay unos con los que llevo quince años y no los presento porque todavía me cuestan. Tengo que conseguir conocer la psicología de las personas ya que intervienen los espectadores. Sin embargo, es una maravilla tener trabajo pendiente e ilusión.

¿Alguna vez le han pillado en uno?

Supongo que sí, lo que pasa es que el que lo ve no disfruta.

¿Qué opina de que haya programas de televisión que desvelen los secretos de algunos números?

Me parecen bastante tontos. Es como si hubiese un programa que contara el final de las películas. Si hay alguien al que le guste eso pues bueno, a mí no me importa, me da igual porque no influyen en nada. Sólo fastidia al que al día siguiente va a ver ese juego.

¿Es cierto que es más rápida la mano que el ojo?

No lo es, pero sí es verdad que la ilusión que se produce con la mezcla de psicología y habilidad hace que parezca más rápida.